Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas más importantes incluyen la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC).
La colitis ulcerosa es una EIIC caracterizada por reacciones autoinmunes contra la mucosa y submucosa del colon o del recto, así como respuestas inmunitarias aumentadas frente a la flora intestinal. Se asume que existe una susceptibilidad genética para desarrollar CU, y que también pueden influir ciertos factores ambientales. La inflamación se propaga de forma continua desde el recto, es decir, en dirección ano-oral.
La enfermedad de Crohn (EC) se clasifica como una enfermedad autoinmune de la mucosa intestinal y forma parte de las EIIC con una alta tasa de recurrencia. La inflamación crónica granulomatosa, que puede afectar a todo el tracto digestivo desde la cavidad oral hasta el ano, se localiza en la mayoría de los casos en el íleon terminal (intestino delgado distal) y el colon (intestino grueso), siendo muy poco frecuente en el esófago y la boca. Es característica de la EC una afectación discontinua y segmentaria de la mucosa intestinal, pudiendo comprometer simultáneamente varias secciones separadas del intestino.
La diferenciación inicial entre el síndrome del intestino irritable (SII) y una EIIC puede realizarse mediante la detección no invasiva de calprotectina en heces, lo que permite una caracterización preliminar clave de inflamaciones intestinales (ver capítulo "Calprotectina").
Los altos requerimientos diagnósticos para una determinación diferenciada de EIIC se cumplen mediante ensayos individuales de inmunofluorescencia indirecta (IFI), así como mediante diversos mosaicos altamente específicos (perfiles EIIC), desarrollados especialmente para el diagnóstico serológico de la EC y la CU.
Los autoanticuerpos contra el páncreas exocrino son un marcador confiable de la enfermedad de Crohn. Tienen una alta especificidad de enfermedad, debido a su especificidad de órgano, asociación con la enfermedad y, a menudo, alta concentración en suero. Dado que la inflamación de la pared intestinal en la EC es provocada por autoantígenos presentes en la secreción pancreática, en particular los proteoglicanos CUZD1 y GP2, la determinación de autoanticuerpos contra los antígenos pancreáticos rPAg1 (CUZD1) y/o PAg2 (GP2) mediante IFI representa un avance en el diagnóstico serológico de la EC.
Los anticuerpos anti-Saccharomyces cerevisiae (ASCA) constituyen otro parámetro específico que apoya el diagnóstico serológico de la enfermedad de Crohn.
En la colitis ulcerosa, los autoanticuerpos contra las células caliciformes intestinales, que ocurren exclusivamente en esta enfermedad, son marcadores patognomónicos. El antígeno diana responsable aún no ha sido identificado con exactitud. Además, la determinación serológica de autoanticuerpos contra lactoferrina unida al ADN contribuye significativamente al diagnóstico de EIIC, en especial de la CU.
Calprotectina - Marcador de actividad inflamatoria en el intestino
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